Tengo una confesión pendiente entre mi corazón y tus dedos
guardo el miedo en un ataúd vacío y repleto
repleto de sinsentidos y contradicciones,
que solo tú entiendes.
Tengo ganas desmedidas de cruzar mis ojos con los tuyos
de soplarte pa dentro,
de sorberte por fuera.
Tengo preguntas que ni siquiera tú sabrás responderme
y aún así, sigo llenándonos de interrogantes
de ilusiones, de pétalos coloridos buscando su centro.
Estoy flaca de no verte,
estoy llena de emociones de luz,
de letras sin terminar y líneas de palpitaciones.
Soy sol y luna, soy noche y día, soy calor y frío;
Estoy desbordada de venas interminables que me unen a ti.
Y mi piel no entiende de fronteras ni de relojes.
No le puedo tener miedo al fuego,
cuando ya forma parte de mí…