Siento que las compuertas se han abierto
la luz esta aquí cada día, por más tiempo.
La realidad se confunde con la noche estrellada
y vuelvo a replantearme los propósitos.
Quiero decir,
vuelvo a repensar los proyectos.
Porque si busco mi único beneficio, como si de un centro manifiesto me tratase, el círculo se vuelve un triángulo, y luego una mandorla.
¡No quiero más mandorlas en mi vida!
¡No quiero entrar por más falsas puertas!
Me pongo seria conmigo, y eso no me moviliza.
El látigo, tampoco.
Bendita compasión
mi vida no es la misma desde el día en que nos presentaron.
Desde entonces, te busco en los ojos de la gente.
Te busco por las noches, y en los momentos de pérdida.
Te siento más cerca que nunca.